lunes, 23 de diciembre de 2013

¿El comienzo de algo grande?

Todo esto comenzó hace tiempo, hacía años que yo me sentía realmente mal cada vez que veía a gente pidiendo en la calle, creyendo que los que no ganamos nuestro propio dinero tampoco tenemos mucho para ofrecerles ¿O sí que lo tenemos?
El año pasado, me tocó escribir una redacción que no sé cómo terminó hablando sobre el autoengaño, y se me ocurrió poner el ejemplo de la reacción de la gente cuando ve a un mendigo, momento en el que pienso que de una u otra manera casi todos terminamos por engañarnos a nosotros mismos.
Según escribí, hay personas que prefieren no darles dinero pensando que es probable que lo inviertan en algún vicio, y no en lo que deberían, y parece que con pensar que les están ayudando a no seguir con ellos su conciencia se acalla.
Luego están los que procuran pasar rapidito, mirando el móvil o hacia otra dirección, y con suerte devuelven el saludo tímidamente. Sé que la conciencia de esta gente no está tranquila, y saben que algo marcha mal, pero se dicen que su ayuda no serviría de nada sin siquiera intentarlo, y por lo general continúan hacia donde se dirigían olvidando a esa persona que pasará el día en la calle una vez que han cambiado de acera.
Tampoco podemos olvidar a quienes sí se acercan a intentar colaborar un poco, lo cual siempre es de agradecer, pero por lo general se limitan a depositar algo de dinero y marcharse como temerosos, sin siquiera mirar a los ojos de la persona a quien lo dan.
A mí ninguna de estas opciones me convencía, y me preguntaba si no podría intentar hacer algo más, ya que algo mi interior parece gritar una queja cada vez que veo a la gente pasar indiferente a su lado, como si de una parte más del típico mobiliario urbano se tratasen.
Así que, sólo faltaba alguna idea, y esa me la dieron las redes sociales, que sí, que de vez en cuando ¡tienen grandes utilidades! Por eso, cuando gracias a un amigo pude leer sobre la iniciativa de los cafés pendientes la cosa estuvo clara. Mi pregunta era, ¿por qué siendo una idea tan simple nadie la ha llevado a cabo en Pamplona? ¡Esto tengo que cambiarlo!
Mi primer intento fracasó, porque al parecer no era buen momento, pero eso sí, la gente que se quiso unir a mi proyecto siempre estuvieron ahí animando a que todo saliera adelante y mostrando una total disponibilidad.
Por eso mismo no podía fallarles, y como una es cabezona, finalmente lo logré! El bar La Granja, en la calle Estafeta me dio la oportunidad. Fue así como conseguí salirme con la mía y llegamos a un acuerdo, según el cual en su establecimiento alguien puede dejar pagado un “café  pendiente” y recibirá un vale para poder entregar a quien juzgue que lo necesite (Ojo! sea alguien en la calle o cualquier otra persona, que lamentablemente la cosa está bastante mal estos últimos años).
Así que, bueno, a partir de ahora ya puedo llevar un ticket siempre en la cartera, y si encuentro a alguien que pueda necesitarlo, no pasar de largo, si no acercarme y ofrecerle que pueda ir a un lugar caliente y tomarse algo que yo le invito.
Sé que no arreglaré gran cosa con ello, pero me parece una bonita manera de acercarme a hablar con esas personas, de pasar de esa indiferencia que la sociedad parece inducir y tratar de romper con el automatismo de la gente que al verlos directamente pasan de largo ya sin plantearse nada de nada.
Así que, os animo a todos a que si vuestra conciencia os da un toque al ver a alguien en la calle os suméis a esta iniciativa, ya que estoy muy de acuerdo con algo que decía el gran Gandhi: “Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga”.

 Y gracias infinitas a todos los que os suméis y  a quienes han colaborado dando vida a mis ideas, sois geniales! J  

3 comentarios:

  1. Es una idea genial. Cualquier cosa que se pueda hacer por mejorar el mundo, por pequeña que sea, vale la pena. Nos pasamos el día quejándonos de lo mal que andan las cosas y de que así no vamos a ningún lado cuando en realidad en nosotros, en cada una de las personas está el poder de cambiar el rumbo de las cosas. Que no me digan luego que la juventud de hoy en día no se para a pensar y que va a su bola. Muchas gracias por ser tan cabezota, por no haberte dado por vencida cuando no salió en verano, ahora entre todas te ayudaremos a sacarlo. Termino con una frase de Martin Luther King para recordar que por muy pequeña que sea, toda ayuda es bien recibida "Si ayudo a una sola persona en el mundo a tener esperanza, entonces no habré vivido en vano". ¡Buena suerte!

    ResponderEliminar
  2. Sois las mejores!! ánimo, porque el bien siempre triunfa como habéis podido comprobar. Pero recordad que pueden haber baches, que estos sirvan para mejorar y coger más fuerzas para seguir con ideas tan geniales como esta....Gracias por querer cambiar el mundo

    ResponderEliminar
  3. Me parece una idea genial !!, y tal como lo presentas, seremos muchos los que sigamos esta iniciativa. ¿Por qué no... con un bocadillo pagado de antemano, o un plato combinado...? Yo colaboro en un comedor social y veo la necesidad que hay de ayuda. Además en estos mundos de la solidaridad se conoce a gente estupenda, que vive la vida pensando en los demás y con entusiasmo. ¡ANIMO A TODOS!

    ResponderEliminar